A veces en la vida nos encontramos con situaciones difíciles de superar; la pérdida de un trabajo, una ruptura sentimental o cualquier cambio significativo en nuestras vidas, puede llevarnos a sufrir unos sentimientos de desesperanza, desilusión y pérdida de interés o placer de las actividades que anteriormente nos gustaban.
Desde nuestra más tierna infancia estamos expuestos a situaciones que nos provocan miedo o temor. Los miedos pueden ser en un primer momento aprendidos o condicionados. El problema de sufrir una fobia es que nos produce un terrible malestar; sabemos que ese miedo es irracional y no tiene sentido para nosotros mismos.
Ante situaciones estresantes, la mayoría reaccionamos con tensión, preocupación, inquietud y nerviosismo; estas respuestas son adaptativas y normales. Sin embargo, cuando los niveles de estrés son demasiados altos, provocan malestar e interfieren en nuestra vida.
Este apartado está dirigido a padres y madres de niños o adolescentes que están pasando por momentos difíciles y que pueden llegar a desbordarnos sin ayuda de un profesional.
En una relación de pareja hay que afrontar situaciones difíciles que suelen generar conflictos entre ambos. Los problemas tienen que hablarse, llegar a unos acuerdos reales, resolver nuestras diferencias y lograr recuperar una convivencia feliz.
Existen otros problemas psicológicos que no hemos mencionado en ninguno de los apartados anteriores por su variedad y extensión, pero que son también muy frecuentes en la población e igualmente tratables
