Aplicación de Mindfulness en niños

By: Celia González Márquez | Tags: Mindfulness | Comments: 0

   Cada vez es más frecuente encontrarse en la sociedad actual mayor incidencia de problemas psicológicos. En los últimos años ha aumentado considerablemente el número de casos de depresión y ansiedad en la población adulta. Esto puede ser debido a numerosos factores como cambios importantes en la vida de la persona, aumento de situaciones estresantes y aversivas, o pérdida de reforzadores importantes para la persona. A pesar de esto, debemos tomar en cuenta un factor importante y tomar en consideración qué podemos hacer de manera preventiva para que este número de casos no siga incrementando estrepitosamente.

   Una posible solución, aplicable entre otros al ámbito escolar, podría ser enseñar a los niños desde edades tempranas a aceptarse a sí mismos tal y como son, a controlar su respiración y saber auto-observarse. Esto puede ser el principio de una mejora de su persona y por la tanto, en un futuro, podrían presentar una mayor resiliencia, es decir, presentar una mayor capacidad para afrontar situaciones de dolor emocional o situaciones estresantes. En otras palabras, una prevención temprana podría ser el principio de una disminución de casos con problemas psicológicos cuando estos niños sean adultos.

   Mediante la comprensión y con el uso del Mindfulness podríamos enseñar a los niños desde edades tempranas a que el buen autoconocimiento y auto observación de sí mismos puede servir para que en situaciones estresantes salgan airosos de éstas.

   Pero, ¿qué es Minfulness? Mindfulness se define como aquella capacidad de nuestra mente en estar en un momento presente de un modo activo, en un momento consciente, en centrarse en el aquí y ahora, sin juzgar ni valorar lo que sentimos o percibimos en cada momento. A través de esta atención plena, evitamos quedarnos estancados en momentos pasados ni esperando ansiosos a que llegue el futuro.

   ¿Es posible centrarse en el aquí y ahora?, parece difícil centrarse en esta atención plena ¿verdad?, para eso propondremos una serie de ejercicios que los niños de infantil, primaria o secundaria puedan aplicar fácilmente en grupo, y cuyo objetivo principal es propulsar el control, el bienestar, y la eliminación del estrés y de la ansiedad que podemos presentar en determinados momentos de nuestra vida, como por ejemplo ante un examen o una situación significativa para nosotros.

   Lo que pretendemos conseguir con la práctica de Mindfulness es:

• Aprender a controlar la respiración.
• Aprender a enfocar nuestra atención y concentración.
• Tomar conciencia de nuestro cuerpo.
• Tomar conciencia de nuestros pensamientos
• Generalizar a situaciones de la vida cotidiana

   A continuación expondremos el ejemplo de un caso de una sesión de Mindfulness con niños cuya duración será aproximadamente de 20-25 minutos:

   Primero, debemos poner el aula de manera adecuada para que los niños se relajen; podemos dejar las mesas a un lado y que los niños se sienten en el suelo separados entre sí. Bajaremos las persianas dejando el aula lo más tenue posible pero sin llegar a la oscuridad absoluta. A continuación, pediremos a los niños que se sienten con una postura cómoda, le pediremos que cierren los ojos, guarden silencio y se centren en su respiración:

– Terapeuta: Bien, chicos, en silencio cerrad los ojos y concentraros en vuestra respiración… (Pausa de 5 segundos). Cogemos aire por la nariz y lo expulsamos por la boca, lentamente, despacio… Cogemos aire por la nariz y lo expulsamos por la boca… Primero, vamos a centrarnos en nuestro cuerpo, escuchamos nuestra respiración…como sale el aire lentamente por nuestra boca… escuchamos nuestro latido del corazón… Tomamos conciencia de nuestros brazos, nuestros brazos son cada vez más pesados, no podemos levantarlos, pero nos encontramos bien, nos encontramos a gusto, estamos tranquilos… Si nos viene algún pensamiento, como un problema en el cole, o con alguno de nuestros amigos, dejamos que se vaya, no pensamos en él y volvemos a concentrarnos en nuestra respiración, en nuestros latidos del corazón, en nuestros brazos…Ahora nos vamos a centrar nuestra atención en las manos; también nos pesan, son muy pesadas, las tenemos pegadas a las piernas, pero no nos molestan… estamos bien, estamos a gusto, estamos tranquilos…Nos centramos de nuevo en nuestra respiración, cómo el aire entra por nuestra nariz y sale caliente por nuestra boca, cómo se hincha nuestra barriga, cómo oímos nuestro corazón, cómo sentimos nuestros brazos, nuestras manos, y ahora nuestras piernas… cómo se hacen cada vez más pesadas, son muy pesadas, están pegadas al suelo… pero nos encontramos bien, nos encontramos a gusto, estamos tranquilos…Si nos viene algún pensamiento o recuerdo como una pelea que hemos tenido con algún hermano o amigo, no le hacemos caso, dejamos que ese pensamiento se vaya y volvemos a concentrarnos en nuestra respiración…en nuestros brazos, en nuestras manos, en nuestras piernas… ahora vamos a centrarnos en nuestros pies, son muy pesados, pesan mucho, están pegados al suelo, pero nos encontramos bien, nos encontramos a gusto, estamos tranquilos… volvemos a concentrarnos en nuestra respiración, en cómo entra el aire por nuestra nariz, y sale por nuestra boca… si nos viene algún pensamiento lo dejamos ir y nos volvemos a concentrar en nuestra respiración (pausa de 3minutos).

   A continuación, vamos tomando conciencia de dónde estamos…lentamente vamos a ir contando hacia atrás, desde el 10 hasta el 0, y cuando lo hagamos abriremos lentamente los ojos… (Dejamos unos minutos).

   Le decimos al alumnado que este ejercicio deben practicarlo a diario en casa  para conseguir los beneficios de la práctica de Mindfulness y para concentrarse mejor en las tareas del cole, en actividades deportivas o cuando estén jugando en su tiempo libre. Este ejercicio sería aconsejable hacerlo en niños a partir de primaria. Para niños de infantil podríamos hacer una versión más sencilla con un vocabulario más acorde a su edad.

   Pese a los buenos resultados de la práctica de Mindfulness, debemos tener en cuenta posibles problemas que pueden suceder en el transcurso de la aplicación de esta técnica:

• Qué el niño no se relaje: para ello tendremos que investigar qué problema tiene, puede ser que sea por estar en grupo, porque le cueste concentrarse…
• Qué el niño se le duerma algún miembro como las piernas o el brazo: debemos explicarle que esa situación es normal al principio, que es una de las consecuencias iniciales de practicar estos ejercicios.
• Qué no lo practiquen en casa: pedir colaboración a los padres y profesores para que inciten a los niños a practicar en casa. La motivación es lo más importante.