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Oct, 2018
¿Cuáles son tus NECESIDADES Y DESEOS? Ejercicios de autorreflexión
Nos gustaría compartir con vosotros este post para explicar las distintas necesidades que tenemos y poder entender cómo influyen en nuestro comportamiento. Para ello, empezaremos por diferenciar qué es una necesidad y un deseo y haremos unos ejercicios de autorreflexión para distinguir las tuyas propias.
La necesidad es aquello que resulta indispensable para vivir en un estado de salud física o psicológica pleno y que busca ser cubierto. Podemos confundirlas con los deseos, pero son conceptos diferentes.
Las primeras son internas, esenciales e imprescindibles, la persona puede sentir la falta o privación de algo, y de no satisfacerlas produce resultados negativos evidentes. Mientras que los deseos son externos, circunstanciales, cambiables e influenciables, se dirigen a objetos, actividades, relaciones o personas y van a depender de diferentes factores, como la sociedad o el entorno en el que nos encontremos.
Veamos ahora un ejemplo sencillo para poder diferenciarlas:
– Pepa tiene la necesidad de comer, ya que el alimento es indispensable para sobrevivir.
– Pepa desea comer las croquetas de su abuela, pero como su abuela está en el pueblo se conforma con comer el menú del día del bar de la esquina del trabajo.
Lo principal es encontrar el equilibrio entre nuestras necesidades y deseos. Aunque las necesidades siempre tienen prioridad, los deseos también son importantes. Satisfacer algunos de nuestros deseos puede ayudarnos a ser más felices y mejorar nuestra calidad de vida.
Muchos autores especializados en el tema muestran diferentes teorías explicativas sobre las necesidades. Seguramente habrás oído hablar sobre las diferentes necesidades según la pirámide de Maslow, por ejemplo.
Sin embargo, otros autores las dividen de forma diferente. La siguiente imagen muestra un ejemplo de modelo sobre las distintas necesidades[1]. Este modelo diferencia las necesidades en: fisiológicas, intelectuales o espirituales, de seguridad, de pertenencia, de libertad, de estímulo, de comunicación, de realización, de reconocimiento, de orden, de control (sobre), de soledad (encontrarse consigo mismo).
Ahora hagamos un sencillo ejercicio de autorreflexión, coge papel y lápiz y apunta:
¿cuáles de estas necesidades tienes cubiertas?
¿Hay alguna en la que notes alguna carencia?
¿qué importancia le das?
¿depende de ti o de otras personas?
¿qué puedes hacer para tener esa necesidad satisfecha?
¿en realidad es una necesidad o un deseo?
Si se trata de un deseo no satisfecho, ¿qué sentimientos te producen el no poder conseguirlo?
¿Todas las personas tienen las mismas necesidades? ¿y los mismos deseos?
¿Tus deseos están influenciados por tus necesidades?
Por último, nos quedamos con esta reflexión:
“Todo conflicto es la trágica manifestación de una necesidad insatisfecha” (Anónimo)
Esperemos que os haya gustado.
[1] Basado en el Cuaderno de ejercicios de Gestión de conflictos de Patrice Ras (2014). Ed: Terapias verdes
